Imaginaba el sentido del aire dentro de la esfera
invadido por el suspiro carnal e irreal desconocido
con el olor a la fruta de tu ser, acobijado
por ese color tan ténue de tu alma.
Sigo sin mirar al mundo, celoso del pasado,
envidiando al presente y a la noche que con cada luna te abraza,
sigo imaginando el sentido del aire dentro de la esfera,
admirando la pose eterna y distante de tus movimientos,
de tu voz, de tu mirada, tu sonrisa y de tu alma con la que creas arte.
Mi mente callada sigue creando espirales confusos
con tu misteriosa belleza ,es tu presencia la que temo y disfruto,
la que ha creado en mi una dulce adicción a la eterna droga de tu cuerpo.
Solo imaginaba el sentido del aire dentro de la esfera tu ser,
en la que busco ese signo de agua que calma mi sed,
y en la que mi silencio encontró su salida, con esa rosa oscura de tus ojos.
sábado, 17 de enero de 2009
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